Lo primero que escribo es la última línea de este texto. Es lo que más recuerdo.
Verás, La Tierra ha mutado. Unas veces ha cultivado los más hermosos frailejones. Otras veces ha sido maltratada hasta quedar erosionada. Hablo de miles de años. Todo ese camino, que no es lineal, nos ha llevado a ver solo lo que vemos y guardar este recuerdo. La pregunta es qué hacer ante el camino. ¿Intervenir? ¿Dejar que La Tierra siga su transcurso? Luego recuerdo que yo hago parte de este mundo. Soy carne y polvo en el viento. ¿Cómo quiero este lugar para mí y los demás? ¿Cómo quiero este lugar para ti?
Hay una planta con nombre de pan y que simboliza mi patria. En este día de septiembre decido dar un pequeño obsequio a este mundo. Decido recordarlo porque La Tierra tiene memoria.
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